Madonna enfrentó uno de los momentos más oscuros en su vida después de su divorcio con Guy Ritchie en 2008. Lo que en un inicio fue una gran historia de amor, poco a poco se convirtió en una auténtica película de terror al tener que pelear por la custodia de su hijo Rocco Ritchie, a quien estuvo a punto de perder debido a una intensa disputa legal.
La artista reveló en el podcast de Jay Shetty lo terrible que fue ese momento para ella, pues tuvo que enfrentar al director britántico durante meses en los tribunales de Londres y Nueva York, hasta que finalmente después de 8 años de una tortura inimaginable, pudo llegar a un acuerdo que le permitió verlo mientras vivía con su padre en Reino Unido.
La batalla por la custodia de Rocco Ritchie
La idea de casi perder a su hijo Rocco Ritchie, llevó a Madonna a un lugar bastante oscuro donde una crisis emocional estuvo a punto de quitarle la vida. La cantante confesó que el dolor y la desesperación la pusieron en un estado mental donde contempló el suicidio como una opción.
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Al hablar con Jay Shetty, la artista recordó la incómodo situación que vivió, pues en ese momento estaba en plena gira Rebel Heart Tour, lo que hizo aún más complicado sacar a flote su carrera mientras pensaba qué más hacer para recuperar a la persona más importante en su vida.
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Madonna, hoy con 67 años de edad, expresó que la espiritualidad fue el factor que la ayudó a superar ese periodo oscuro, pues jamás pensó que podría salir de la tristeza que le trajo el tener en mente que posiblemente jamás volvería a convivir con su hijo Rocco Ritchie.
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La reina del pop señaló que transformó su sufrimiento en algo distinto para resignificar las experiencias difíciles en una lección con propósito, por lo que al día de hoy encontró en camino para sanar por completo.
La historia de Madonna está repleta de lecciones de resiliencia. Al día de hoy su hijo Rocco Ritchie, de 25 años de edad convive con ella y en palabras de la cantante, tienen una buena relación, la cuál se trabaja con mucho cuidado para dejar a lado el abandono y la traición y llenarlo de amor propio y autoconocimiento.